El conjunto británico anuncia el fichaje del francés por una cantidad cercana a 50 millones. Terminaba contrato en 2022.
Llegó como un niño y se va como un hombre. No hay mejor resumen para la etapa de Raphael Varane en el Real Madrid. Una década que hoy se cierra definitivamente por los deseos del francés de trazar nuevos horizontes en su carrera. Cogerá un vuelo a Manchester y jugará en el United a cambio de una cifra que rondará los 50 millones de euros. El Madrid no quería, pero el galo ambiciona probar nuevas aventuras y con un año de contrato restante, en los despachos de Chamartín no han tenido otra opción para no perderle sin recibir nada a cambio. «Nuestro club le agradece su profesionalidad y su comportamiento ejemplar durante las diez temporadas en las que ha defendido nuestra camiseta», explicaba el comunicado de despedida del conjunto blanco, instantes después de que el United lo hiciera oficial.
No ha sido una guerra de egos, no ha habido tensión en las conversaciones, indirectas malinterpretadas ni mensajes manipulados. Ha habido sinceridad y respeto por parte del entorno del defensa. Así lo resumen las partes. Según ha podido saber este periódico, el problema entre Varane y el Madrid nunca ha sido de dinero y el futbolista no ha intentado usar al United para conseguir un mejor salario en una hipotética renovación. Fue claro en sus intenciones desde el principio.
El francés, con diez años de blanco a sus espaldas, 360 partidos, 17 goles, cuatro Champions, tres Ligas y el brazalete esperándole en el brazo, cambia de aires por ilusión, por vida. Tras la marcha de Zinedine Zidane, su gran valedor, confidente y ‘padre’ profesional que le trajo del Lens cuando apenas hacía la selectividad, y de Sergio Ramos, mano derecha del centro de la zaga, para el jugador nacido en Lille se terminaba un ciclo. Escuchó la primera y única oferta de ampliación de contrato que recibió de Florentino Pérez, la valoró y la agradeció. Era una propuesta inferior a la que le ofrecía el United y en un escalón más bajo a los pesos más pesados de la plantilla, pero la desestimó porque quería dar un paso diferente en su carrera. Sin polémicas, sin malos modos. «Respeto», destilan ambas partes.
DE LA GLORIA A LA INCÓGNITA
En el Bernabéu, Varane pasó de niño desconocido a promesa gigante y realidad mundial. Quemó etapas a la misma velocidad que levantó títulos, siempre a la vera de Pepe y Sergio Ramos, y no titubeó hasta una plaza: el Etihad de Manchester. Esa noche, en los octavos de final de la Champions de 2020, sin Sergio Ramos, un error del francés condenó a un Madrid que pudo haber asaltado el feudo del City. Aquel fallo dinamitó de dudas la mente del francés, que no volvió a demostrar la misma contundencia que en ocasiones anteriores. Su velocidad y su físico privilegiado le mantuvieron en un trono indiscutible, pero la sombra de la duda no dejó de sobrevolar y la aparición de Militao sembró de incógnitas su futuro y tranquilizó al Madrid a la hora de negociar.
A sus 28 años, iba a ser uno de los capitanes del equipo junto a Benzema y Marcelo, pero en su lugar cambiará el paso hacia la Premier League, hacia Old Trafford, doce meses antes de terminar contrato con un Madrid que se asegura 50 millones de euros para ampliar una billetera que únicamente espera a Kylian Mbappé.
LA NUEVA DEFENSA MADRIDISTA
Desde su llegada al banquillo del Bernabéu, Carlo Ancelotti ha perdido a Ramos y a Varane y ha ganado a David Alaba, que junto a Eder Militao serán los jefes de la nueva defensa madridista. Ferland Mendy actuará por momentos de tercer central junto a Nacho, revalorizado tras una gran temporada, abriendo el paso a Miguel Gutiérrez por el carril izquierdo.
El Madrid, que al dejar salir a Varane despide al futbolista con mayor valor de mercado de la plantilla (70 millones según Transfermarkt), peinará el mercado con calma por si aparece alguna opción low-cost de última hora, pero no habrá un nuevo gran desembolso en la zaga.