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El Real Madrid, suturado en defensa, cae en Glasgow en el debut de Ancelotti

Se adelanta en el marcador con tanto de Rodrygo pero el Rangers le da la vuelta pese a las paradas de Lunin. Chust y Nacho, que fue expulsado, la pareja de centrales elegida por el italiano

Rodrygo golpea con el exterior para marcar el gol del Real Madrid.

No fue capaz el Real Madrid de soportar sus heridas. Se estrenó en la pretemporada ante el Glasgow Rangers con una defensa suturada por donde sangró, y que taponó un brillante Lunin, la batuta del juego en manos de dos jugadores intermitentes, Odegaard e Isco, y sin más recurso en ataque que el desparpajo de Rodrygo. Tiene margen de mejora Ancelotti en su regreso al banquillo, pero en el estreno se vio superado por un rival con más fuelle físico que, eso sí, le costó un poco imponer.

Alentado por los 12.000 aficionados que había en el Ibrox Stadium, el Ranger salió dispuesto desnudar al Real Madrid, con una defensa de estreno forzado tras la marcha de Sergio Ramos, la inminente de Varane al Manchester United y el descanso de Araba. Ancelotti tiró de lo que tiene: reconvirtió a Nacho y lo acompañó de Víctor Chust. Estuvieron exigidos, pero los mayores problemas le llegaron al conjunto blanco desde los laterales. A medio gas Odriozola y con las costuras de Marcelo al descubierto.

Desde el arranque fue el Rangers de Steven Gerrard un enemigo bregador y peligroso. Con una marcha física más, llegaba al área con comodidad y forzaba la aparición de Lunin, que acabaría siendo decisivo. Ahora bien, el conjunto blanco golpeó en la primera que tuvo. En una internada por banda perdieron los escoceses la pelota a los pies de Odegaard, que tenía encomendaba la tarea de construir junto a Isco el juego de ataque con el que alimentar a Rodrygo y Jovic. Y el noruego cumplió a la perfección. Condujo el robo hasta la frontal y se apoyó en el brasileño, que con un dos recortes sentó a Helander y Goldson para con un certero golpeo con el exterior batir a McGregor.

No dio el gol a los ocho minutos demasiada tranquilidad. Enrabietado, el lanzó al asedio de Lunin y el ucraniano fue un bastión inexpugnable. Sacó un testarazo de Goldson a bocajarro, otro de Sakala, que también erró un disparo que lamió la base del poste. Al Madrid se defendía esperando que volviera a aparecer una contra salvadora.

Conforme se acercaba el descanso, los escoceses recuperaban el aliento. Kent remató a larguero un centro de Wright y Lunin tuvo que volver a lucirse, esta vez de puños, en una falta de Hagi, sí el hijo del mítico Giga Hagi, consumado especialista rumano a pelota parada. Las paradas del meta ucraniano se estaban convirtiendo en el sostén del Real Madrid.

Al regreso del vestuario buscó Ancelotti más pegada en ataque sustituyendo al desaparecido Jovic por Arribas. A punto estuvo el canterano de ampliar la ventaja con un cabezazo a centro de Marcelo que se le escapó alto. El lateral brasileño estuvo más entonado en la segunda parte, cuando Miguel Gutiérrez se convirtió en su escudero en la banda. Para entonces, el Ranger ya había empatado el partido. Gerrard también había refrescado su once y Kamara, recién salido, el robó la cartera a Lucas Vázquez, que no sostuvo su intensa presión y perdió una pelota al borde del área que Sakala convirtió en el empate.

No fue el único contratiempo. Chust tuvo que retirarse lesionado, aunque parecía que el equipo no lo iba a notar. Los cambios había dado más aire, con Isco más participativo y Miguel Gutiérrez estrellando un disparo en el palo. Entonces llegó otro varapalo: expulsión de Nacho. Midió mal el central en una entrada a Kamara que le costó la segunda amarilla. En esa misma jugada, Itten se coló entre Blanco y Gila para recoger un centro que puso lejos del alcance de Lunin. Al Madrid ya no le quedaba aire para sobrevivir.

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