El conjunto bilbaíno anuncia el relevo en el banquillo horas después de la victoria frente al Elche en San Mamés.
Parecía que Gaizka Garitano iba a hacer lo que lleva haciendo toda la temporada, salvar con una victoria un partido decisivo para su futuro en el banquillo del Athletic. Y así avanzaba la tarde, tranquila tras el triunfo por 1-0 ante el Elche, en un partido convincente, en el que los rojiblancos fueron muy superiores pese a lo ajustado del resultado y también pese a que el Elche tuvo una oportunidad clarísima al final para llevarse un punto de San Mamés. Pero en el momento más inesperado, la directiva del Athletic tomó la decisión más esperada por la afición: despedir a Garitano. Y poco después reveló el nombre de su sustituto: Marcelino García Toral, que firmará hasta junio de 2022.
«Esté yo o no, siempre quiero que gane el Athletic», había dicho tras el triunfo el ya ex entrenador del conjunto bilbaíno. Una declaración sorprendente que parece sugerir que su futuro ya estaba escrito desde el encuentro anterior, la derrota en el derbi vasco el día de Nochevieja. El discurrir de los acontecimientos sugiere que la decisión ya estaba tomada de antemano y que si no se ejecutó antes fue porque el calendario apretaba, más en estas fechas navideñas.
Y es que la situación se había vuelto insostenible en los últimos meses. Ya no tanto por los resultados (21 puntos en 17 partidos) como sobre todo por las sensaciones que desprendía el equipo en la mayoría de partidos. Este Athletic se había convertido en un conjunto gris y monocorde en ataque, sólo salvado por una decreciente solvencia defensiva en varios de sus partidos. El rendimiento de hombres clave como Williams, Muniain y Raúl García se había desplomado en este tiempo y sólo los méritos del pasado, como la clasificación para esa final de Copa todavía pendiente, sostenían a Garitano en el cargo, pese a la insistencia de buena parte de la junta directiva para prescindir de él.
Finalmente, y días después de que Aitor Elizegi recibiera el rechazo de la Asamblea a sus cuentas, el presidente rojiblanco ha decidido apretar el botón de pánico y dar por terminada la etapa de Garitano tras dos años. Llegó al cargo en diciembre de 2018 con el equipo en puestos de descenso y tras una segunda mitad de temporada espectacular se quedó a un solo gol de clasificarse para la Europa League. La campaña 19/20 estuvo marcada por la irregularidad, con tramos muy buenos y muy malos, que llevaron al equipo a la final de Copa y a tener opciones europeas hasta el penúltimo encuentro de Liga. Este año, la dinámica del equipo sugería que el único objetivo posible era eludir el descenso, insuficiente para un club como el Athletic.
Ahora el club bilbaíno se dispone a abrir una nueva etapa con Marcelino García Toral en el banquillo. El entrenador asturiano, sin equipo desde su polémico despido del Valencia al comienzo de la pasada temporada, aspiraba a entrenar en el extranjero, pero tras varios meses sin ofertas convincentes finalmente se trasladará a Bilbao. El Athletic anunció este mismo domingo el principio de acuerdo ya que el calendario es asfixiante y durísimo: el miércoles el Barça, el domingo el Atlético y la semana siguiente la Supercopa de España, con el Real Madrid como rival en semifinales. Un inicio brutal para el nuevo técnico.