El entrenador del Valladolid lamenta que el árbitro no fuera a consultar la jugada en el VAR y señala que la expulsión fue también muy dudosa
Sergio González trató en parte de morderse la lengua. Sólo, en parte. Desde su punto de vista, el Valladolid se marchó del Camp Nou claramente perjudicado por el arbitraje de Jaime Latre. Y así lo denunció, procurando también no levantar demasiado el tono. «El VAR está para algo, nos estamos jugando muchísimo, no sólo el Barça. La mano es clarísima. Y la expulsión, me gustaría verla desde otro prisma, si fuera uno del Barça que nos hace lo mismo a nosotros», señaló el técnico del conjunto vallisoletano.
«La mano es evidente, la hemos visto en directo. Él me reconoce que le da mano, pero dice que está baja. Y yo lo que le reclamo es que vaya a verlo, porque nos jugamos mucho. Nos merecemos el mismo trato que el Barça», insistió un Sergio a quien no le convencieron los argumentos del árbitro. «La polémica es que le da en la mano, clarísima. No hay un reglamento especial que hable de la altura. No digo que no esté alta o baja, pero que vaya a verlo. Cada decisión es trascendental. Le da, y no se ha pitado», recalcó el entrenador del Valladolid. «Hay posibilidad de que haya una falta previa al gol del Barça, pero ahí es una acción tras la que hay unos pases y que acaba en un error nuestro de basculación. Nos la comemos, y ya está. Lo otro no es error nuestro», zanjó.
Ronald Koeman, quien se ha caracterizado a lo largo de la temporada en levantar la voz contra el VAR cuando ha creído verse perjudicado, optó en esta ocasión en cambio por tirar balones fuera. Sobre todo, cuando le preguntaron si esta polémica puede perjudicar al su equipo con vistas al clásico del sábado en Valdebebas. «No creo que lo que haya pasado en este partido pueda influir. No he visto las imágenes, pero el árbitro estuvo ahí, el VAR controló la jugada y ha decidido no pitar. Si al final es penalti, tuvimos suerte. También es que hay momentos en que merecimos algo diferente en las decisiones de los árbitros. Al final, lo que cuenta es el balance que se lleva a cabo a lo largo de toda la temporada, pero no puedo decir si es penalti o no», señaló el técnico barcelonista.
«HAY QUE METER UNA MARCHA MÁS»
Y eso que, al descanso, quien puso al colegiado bajo sospecha fue Leo Messi. «Tiene unas ganas de sacarme la tarjeta buh, es increíble», le confesó al descanso al delegado, Carles Naval. Así lo capturaron los micrófonos de Movistar LaLiga. De haber visto amarilla, se habría perdido el clásico. Y lo mismo habría ocurrido si De Jong hubiera sido amonestado. Al final, ni uno ni otro vieron cartulina alguna. Justo antes de la reanudación, la arenga del capitán barcelonista fue también muy significativa. «Hay que sacarlo como sea, hay que meter una marcha más. Sin volvernos locos, pero hay que meterle más ritmo», señalaba Messi para espolear a los suyos en el túnel de vestuarios.
El día, en cambio, fue aciago para Philippe Coutinho. El brasileño, lesionado desde el pasado 29 de diciembre, tuvo que pasar por el quirófano para que le extirparan un quiste en el menisco externo de la rodilla izquierda y podría perderse lo que queda de temporada.