El jugador de 18 años del Rennes, rival del Sevilla, acaba contrato en 2022 acaba de firmar con el agente de Bale y es objetivo del Real Madrid desde el pasado verano
El incendio y una chilena en su debut con la selección francesa son dos hitos en la vida y la carrera de Eduardo Camavinga (Miconje, 2002), un niño que en 2013 estaba a punto de entrar en la cantera del Rennes cuando vio ardió su casa y que esta noche liderará al conjunto francés ante el Sevilla bajo la mirada de media Europa.
Con 18 años recién cumplidos, aquel alevín que vio retrasado su fichaje porque sus documentos quedaron carbonizados ha batido récord de precocidad en la Ligue 1 y en la selección francesa, con la debutó en septiembre por la baja por Covid de Paul Pogba. Con contrato hasta 2022, los grandes clubes, entre ellos el Real Madrid, el PSG y la Juventus, lo siguen como versión mejorada del jugador del United, algo que reconoce el propio Pogba: «Juega como una tranquilidad que yo no tenía, que pocos tienen. Es un talento especial. Un fenómeno como Mbappé».
Tercero de una familia de seis hermanos, llegaron a Bretaña huyendo de la guerra. Su madre intentó encauzar su potencial físico hacia el judo, pero en el colegio le encaminaron al fútbol. Desde ese momento, la escalada ha sido imparable. Con seis años entró en la escuela del modesto Drapeau Fougeres, con quien acudió a un torneo de verano a Rennes. Alto, espigado, con capacidad para la recuperación y la creación y con llegada, era un ‘pulpo’ que Julien Stéphan no iba a dejar escapar. El hoy entrenador estaba en aquel momento en las categorías inferiores y no dudó en ficharle.
Con 16 años Camavinga firmó su primer contrato profesional y con 17, en abril de 2019, Stéphan le hizo debutar en la Ligue 1, siendo en el primer jugador de 2002 en hacerlo. «Cada vez que le exponíamos a una situación nueva, aumentaba su nivel», confesaba el técnico a Ouest-France. Aquel mismo agosto fue elegido mejor jugador del Rennes 2-PSG 1 y del mes en la Ligue 1.
Unos meses después, el 31 de octubre, obtuvo la nacionalidad francesa y no tardó ni un mes en debutar con la Sub-21. Su presencia en el once titular en el Rennes era ya indiscutible. Para entonces, su nombre estaba en la agenda del Real Madrid.
PREPARA SU SALIDA DEL RENNES
En la temporada de la pandemia, su valoración alcanzó los 50 millones para Transfermarkt, sólo superada por los 80 de Ansu Fati, pero la clasificación de los bretones para Champions le cerró las puertas. «La prioridad será mantener nuestro equipo, que ha demostrado todo su talento en esta fantástica temporada», confesaba el presidente Nicolas Holveck a L’Equipe.
Su llegada a la selección absoluta indicaba que su cotización subiría. Deschamps lo hizo debutar el 8 de septiembre ante Croacia con 17 años, 9 meses y 29 días. Se convirtió así en el jugador más joven en hacerlo desde 1945. Y adornó el debut con un gol de chilena.
Sin embargo, su rendimiento ha sufrido un bajón, hasta el punto de que ha recibido algún toque atención de su entrenador al que se han unido problemas físicos. La mente del futbolista está ya lejos del Stade de Rennes y acaba de romper con su agente Moussa Sissoko para poner su futuro en manos de Jonathan Barnett, que también representa a Gareth Bale. El joven francés también fue tentado por Jorge Mendes y Mino Riola (Haaland y Pogba) pero se decantó por la agencia británica ICM-Stellar Group.
Con el Rennes fuera de Europa (ni siquiera continuará en la Europa League) y sin oferta de renovación, el club francés tendrá que poner en el mercado y a la baja a su estrella para evitar que se marche libre con 19 años.